Bernardo era un político de avanzada. A sus 34 años encarnaba una izquierda mucho más conectada con las situaciones del país y menos apasionada por la era gloriosa del soviet. Esto le denominó un apodo dentro del partido: el perestroiko y una que otra tensión con los ortodoxos. Sin embargo, no dejaba de ser entusiasta y en ocasiones acelerado, cosa que tuvo que mermar cuando en 1987 asumió la dirección del partido, tras el brutal asesinato de Jaime Pardo Leal. Este último, en cada entrevista, enfrentaba una ardua batalla por deconstruir las representaciones diabólicas de los comunistas. Tras la muerte de Pardo Leal, Bernardo se convirtió en la cabeza visible de un partido que para el año 1988 llevaba más de cuatrocientos militantes muertos, según cálculos de una edición de la revista semana de la época.
Cesta de Reservas:
No hay materiales en su cesta de reservas.
0 Items | €0,00 |